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  • Foto del escritorLu Delgadillo

Hay que ser tolerantes con los intolerantes

Nuestro planeta es maravilloso, porque es capaz de albergar diferentes formas de vida y entre una de ellas, la humanidad. Y es que nuestra especie está constituida por dos sexos, y por varias razas, además de que cada persona tiene sus características específicas, tanto mentales, físicas y espirituales. Está claro porque cada persona es única y diferente a las demás, por lo que nos podemos distinguir físicamente, pero somos iguales tanto en derechos y sentimientos.

Aunque a veces nos dejamos llevar por diferenciaciones donde nos disgustamos, peleamos, marginamos y discriminamos, pues cada persona tiene su individualidad, y después nos justificamos diciendo que tal raza es inferior, o que las mujeres no pueden hacer los mismos trabajos que los hombres. Esta acción se llama INTOLERANCIA y es muy peligrosa, porque no aceptan las diferencias de opiniones, ideas o prácticas y puede terminar en violencia.

La tolerancia a las opiniones de las demás personas puede ser difícil, sobre todo en lo que respecta a temas delicados sobre los cuales tengan una postura diferente a la nuestra, es recomendable aprender a autorregularnos, para sentirnos cómodas con nosotras mismas y así no ser tan vulnerables cuando otras personas no estén de acuerdo con nuestra opinión.


Primeramente se revisará el concepto de tolerancia, según la RAE es “la acción y efecto de tolerar” lo cual se entiende como “respeto a las ideas, creencias o prácticas de las demás personas cuando son diferentes o contrarias a las propias”. A partir de esta definición es posible decir que tiene un componente de rechazo. Por lo tanto, aquello que tolero es algo con lo que no estoy de acuerdo o considero equivocado, pero que respeto su existencia.


Un ejemplo se podría considerar en el caso de las personas que están en contra de la legalización del aborto. A pesar de que me parezca que una “pro-vida” es alguien que no ve las razones del porqué es un derecho y que es mejor abortar seguro y legal, puedo respetar sus argumentos y la manera en que dispone ella misma de su cuerpo y su salud.


Lidiar con personas con las que no estamos de acuerdo es practicar la tolerancia, para ello es importante trabajar las siguientes características:


  • Ser receptivas: saber escuchar es muy importante y no solo para poder tolerar opiniones, sino para conocer los motivos que tienen las personas acerca de algunos temas, y de esta manera se pueda dar un diálogo con madurez mental.

  • Ser respetuosas: es considerar las opiniones, creencias y formas de actuar que son diversas a las nuestras.

  • Ser empáticas: ponernos en el lugar de la otra persona, aceptarla tal y como es y así comprender el porqué de sus razones de pensar.

  • Estar abiertas a la diversidad: aceptar que en el mundo existe una gran diversidad social, que trae consigo creencias, tradiciones y demás cuestiones.

  • Ser flexibles: es ceder en algunos puntos de vista o incluso que ambas partes consideren que hubo un intercambio de información, una retroalimentación de cierto tema.


No obstante también hay que considerar los siguientes aspectos para poder llegar a trabajar esta tolerancia en opiniones externas:

  1. Tu opinión: es esa valoración que te formas respecto de algo, y dependerá de tus experiencias y de la información con la que cuentes, por lo tanto, es ese acto de externar esa valoración y cualquiera que sea debe ser respetada, habrá ocasiones en las que nos sea ajeno un tema, así que es válido decir “no tengo opinión alguna” y eso también es respetable. Ten confianza al compartir tus ideas.

  2. No te lo tomes personal: las personas pueden opinar y no necesariamente se dirigen hacia tu persona. Recuerda que cada persona es libre de expresarse y opinar.

  3. Busca maneras saludables para el afrontamiento: si te encuentras con un punto de vista que no esté de acuerdo con el tuyo, es posible que te sientas frustrada o molesta, por lo que podría serte útil desarrollar la respiración (el típico conteo del 1 al 10), yoga, meditación, tomar aire o algo que a ti te ayude y así te sea más fácil cuando estés en este tipo de situaciones. Recordemos que la violencia no es el camino.

  4. No emplees lenguaje corporal negativo: sé que muchas de las veces es difícil este punto, pero si la otra persona nota esta actitud puede llegar a ocasionar más comentarios para hacerte enojar y que tú termines molesta, Mejor mantener un lenguaje corporal neutral, respetuoso y así llevar una armonía mutua.

  5. Mantente tranquila: cuando tú estás tranquila, la otra persona lo percibe y así pueden llevar a cabo una conversación razonable y no una pseuda conversación donde realmente solo se están gritando o quieran llegar a la violencia.

  6. Identifica si a la otra persona realmente le interesa un diálogo: es muy importante darse cuenta de este punto, ya que si no es así, te recomiendo no seguir, además de que no te generará nada positivo, es desgastarte con alguien que sólo le interesa su punto de vista y no tiene apertura o que solo quiere hacerte enojar por lo que no llevará a nada productivo esta “conversación”.



 

"Cuando entiendas que hay otra forma de ver las cosas entenderás el significado de la palabra tolerancia”. Dalai Lama


 

Fuentes:



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